miércoles, 17 de marzo de 2010

El Himno del Gloria.


Es un himno antiquísimo y venerable con el que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y al Cordero le presenta sus súplicas ( IGMR 53).

Es una de las composiciones líricas más bellas que posee la Liturgia Cristiana y es uno de los pocos himnos no bíblicos que nos han llegado de las primeras comunidades. Solo su inicio aparece mencionado en Lc 2, 14 (Himno angélico), donde el evangelista lo coloca en la boca de los ángeles que avisaron a los pastores del nacimiento de Jesús.


  1. Características:
  • Como es un himno, es un canto comunitario que debe ser preferencialmente cantado.
  • Generalmente es iniciado por el celebrante, puede hacerlo de manera hablada o cantado como recitativo. En éste último caso la asamblea debe seguirle como recitativo también.
  • Existen diversos tipos de melodías que se acomodan a los tiempos litúrgicos; más pastoriles en Navidad y más solemnes en Pascua.
  • Posee un texto que debe respetarse y el cual se transcribe a continuación:

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, 
te damos gracias Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre todopoderoso  
Señor hijo único Jesucristo, 
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.  
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. 
 Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica. 
 Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. 
 Porque solo Tú eres Santo; solo Tú Señor; sólo Tú Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre, Amén.

2. Formas de cantarlo:

♫ Todos cantan todo, después de que el celebrante ha iniciado. Para poder lograr esto, se debe haber enseñado a la asamblea la melodía y ésta debe dominarla.

3. Aspectos para tener en cuenta:

♫ Si no se puede cantar, sería necesario encontrar el modo para que no fuera un simple recitado sin gracia. Podrían recitarlo todos juntos o alternándose con la asamblea. La música debe apoyar coherentemente la lírica y/o el texto.